Ensayo del Olvido (5/…)
Transición o retorno paulatino en las Empresas
Dicen que el humor y la risa influyen directamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra autoestima, entre otras cosas. Cultivar el buen humor y aprender a reírse de uno mismo nos mantiene, en cierta forma, vivos, y puede aportar una visión más objetiva de analizar el mundo. Quizás también prevenga determinadas conductas como las que observaremos a lo largo de esta transición a lo que se dice nueva-normalidad (sic). Si bien el perjuicio de la reclusión es fuerte, las ganas de vida y volver a socializarnos, a muchos les puede perder. La sensación de invulnerabilidad se conjuga en la conducta descuidada de no tomar precauciones mínimas. Hemos visto comportamientos en esta línea. La ausencia de miedo y esa temeridad afecta al “todo”. Nos moveremos, pues, entre francotiradores.
El acartonamiento sufrido, el daño y las pérdidas, empezarán a aflorar ahora en algunas personas que hasta la fecha han aguantado. Enfrentarse a volver al mundo en el punto donde lo dejaron, distinto al que se encontrarán, produce resquemor en muchos, desconfianza, obsesiones y paranoias.
Algunos no querrán abandonar esa zona de confort adquirida, y alargarán su salida o incorporación al trabajo presencial. No sólo es el síndrome de la soledad inquita, o como lo hemos escuchado en los medios de comunicación, la fiebre de la cabaña. Los paranoicos verán en todos lados peligros y virus, toda una conspiración hacia su persona. ¿Cómo nos comportaremos cuando alguien tosa a nuestro costado? El cerebro a veces es muy insensato en su afán de protegernos. Pero en todos y cada uno de los casos, por las buenas o a la brava, la vida retomará su cauce. Como en las guerras, si esto se prolonga aún más, ya no importará si te alcanza la bala; será cuestión de destino o mala suerte. La vida seguirá igualmente.
Pasos en la empresa
A lo largo de estas semanas ha salido mucha literatura de consultoras, escuelas de negocio y otros en relación a este tema. Parece coinciden en una serie de puntos sobre los que reflexionar: revisar nuestro propósito y misión empresarial, cumplir aspectos éticos, de responsabilidad social, y los diez principios del Pacto Mundial, analizar en qué punto se encuentran las necesidades de los stakeholders fomentando una comunicación transparente que involucre, definir las fortalezas y oportunidades del propio negocio, mantener el sentido (consistencia) de la organización en la toma de decisiones, involucrar a los empleados en la solución de problemas, etc.
Hay mucho trabajo por delante en los primeros compases del retorno para empresas que han estado cerradas o a medias. Las que están en actividades esenciales ya van sobradas, cargadas y algunas extenuadas. Pero tanto unas como otras habrán de cartografiar muy bien estos tiempos, y navegar obteniendo el máximo provecho. Los nuevos mapas que se dibujen marcarán sus rutas. Eso me trae a la mente el mapa de Vinlandia, de dudosa autenticidad, lo sé, pero que asoma en él todo un mundo por descubrir. La idea evoca la construcción (o re-) de una realidad nuevamente, y sin conocer los marcajes de la brújula. Seduce que aún en territorios descubiertos con anterioridad siempre existe un resquicio para algo novedoso y sorprendente. Si bien los puntos señalados arriba van en la línea adecuada, tienen su orden, y según tamaño de la organización algunos pueden trabajarse en paralelo. Ahora bien, de las primeras cosas que yo haría, es empezar por Pasar revista a nuestra gente, sobreentendiendo el análisis financiero, tesorería, medidas de protección, estado clientes y operaciones en general, no hemos dejado de estar en ello. Quien hace todas esas actividades, son precisamente las personas, y analizar su estado físico y emocional es el punto uno. A continuación, constituir grupos de trabajo específicos para el resto de los señalados, que son de más calado. Habremos de trabajar en el corto, para mantener el barco a flote, y en el largo, para llevar la empresa al futuro. La dedicación será fuerte, además de ir asumiendo trabajos pendientes o acumulados. Pero hemos de ser conscientes de saber con quién contamos, y poner medidas para recuperar al 100% a aquellos que lo precisen, ahora o en un futuro próximo.
Deberíamos incorporar a ese pasar revista, el de averiguar más sobre sus competencias (empleadas hasta ahora, y las que no; caso de no tenerlo contemplado), conocimientos (los que tienen, los empleen o no en su posición, y los que pueden adquirir rápido) y sus actitudes y ambición. La interrelación resultante es con lo que contamos, lo que realmente tenemos en la organización ahora. Digamos sería el primer mapa actualizado que exploraría y reconstruiría de manera ágil. Con ellos empezaremos el análisis de las lecciones aprendidas, con la máxima que la experiencia por sí misma de lo ocurrido no nos enseña nada. Para extraer lecciones hace falta realmente querer hacerlo, esforzarse y ver más allá, con un pensamiento crítico. Por ejemplo: ¿qué oportunidades no hemos aprovechado debido a la falta de recursos o capacidad de respuesta o ignorancia de no saber “con lo que contamos”? Entrar en terrenos desconocidos siempre es tener la posibilidad de ampliar posibilidades, y las preguntas correctas son la antesala a las ideas, a la disciplina del juicio.
En la constitución de equipos, yo colocaría a los seniors al frente. El bagaje con el que cuentan así como sus características y actitudes (y virtudes) creo son, en estos momentos, de más peso que la de los millennials o más juniors. Esto ya lo aprendimos en la crisis pasada. Con la vista puesta en el mapa de nuestra gente, y según como avancen los grupos y las conclusiones, es posible se haga necesario incorporar sabia nueva. El mercado laboral no es tan flexible ni abundante como podemos creer, ni los aprendizajes y querencias se consiguen o provocan de manera inmediata a las necesidades, con lo que hay que estar al tanto de qué incorporar y cómo. De igual forma, si no lo poseemos, habremos de desarrollar un fuerte sentimiento y sentido crítico, y contar realmente con diversidad, gente que piense distinto, que no sean los de siempre de nuestro “grupito”.
El arte de liderar será otro factor a tener en cuenta, sobre el que ya dimos pistas en otros artículos y por espacio no nos extenderemos. La comunicación verbal se hace más necesaria que nunca. Aquí la palabra ha de ser la precisa y que se entienda, y esforzarse por escuchar con mayor agudeza, confirmando sin interpretar. Hasta ahora, según me comentan distintas personas, hemos tenido algún que otro problema debido a la pérdida o ausencia de la comunicación no verbal (que representa más de la mitad de la comunicación, como sabemos). Esto se produce por el hecho de manejar desde la distancia, donde en ocasiones no vemos el rostro del interlocutor (el cuerpo menos) o lo vemos a medias, lo que merma el proceso. Ahora tendremos de por medio las mascarillas, con lo que seguirá siendo complicado identificar en los ojos la riqueza expresiva que adorna una cara tapada. Es como si debiéramos aprender nuevos lenguajes a través de los ojos o de los sentidos, y exigirnos la utilización de las palabras justas. No nos olvidemos de continuar comunicando también hacia el exterior, campañas de marketing y de relaciones públicas acordes a esta coyuntura.
Piensa en lo mejor, y prepárate para lo peor
Como managers hemos de hacer buena la máxima de: piensa en lo mejor, pero prepárate para lo peor. Se presentan momentos de toma de decisiones complicadas y difíciles, donde el tiempo es hoy un lujo costoso. El retorno irá trayendo consigo distintas “ayudas” y promesas por parte de la administración, según sectores, antes de volver, para no perder la costumbre, a apretarnos el cinturón todos. Pero como empresarios y directivos hemos de jugar nuestras cartas, e ir cambiando la mano según el momento. Flexibilidad y agilidad junto a prudencia y sensatez.
Imaginemos por un momento que el descaro de las grandes tecnológicas sea mayúsculo y no esperen siquiera al duelo para ir monetizando la información recogida (¿con el permiso de quién?) como mercancía, en la previsibilidad de hábitos o en su empuje. Nos seducirán para dirigirnos, como probaron su acierto con el gran experimento de realidad aumentada que fue Pokémon Go, y serán muchos los que piquen y muchas empresas a las que se lleve por delante. Shoshana Zuboff lo denomina: mercados de futuros de comportamiento, lo que a mí me suena como si estuviéramos en la Bolsa o en una lonja, y los humanos sólo fuéramos pescados o números.
De igual modo, esto seguro, continuarán desfigurando todos los límites sectoriales, intentando coparlos mediante compras (Google-Fitbit) y así entrar en nuevos negocios; alianzas (entre ellas, Apple y Microsoft, o con otras compañías, incipiente en automoción); desplazamientos (Amazón vs librerías), enfrentamientos directos (Uber vs taxis; y han llegado a tumbar hasta al más que centenario turoperador Thomas Cook), o entrar en otras parcelas económicas, aportando sus soluciones tecnológicas, que a medio o largo plazo les posibilitará hacerse con el control de su mercado (la banca tradicional tiembla, y ahora veremos cómo se le permitirá la evolución en el sector sanitario o de salud). Vigilar de dónde y cómo vendrá la competencia es fundamental, pero no suficiente; y si alguien ha de revolucionar nuestro modelo, mejor ser nosotros. Los sectores se entremezclan y asocian en ecosistemas extraños. De ahí que poner a pensar y visionar, de manera continua, a un grupo de personas dentro de la compañía sobre cómo es el mundo actual y previsible (tendencias) es una propuesta irrenunciable: idealización, o diseño idealizado, y trabajar con criterios de planificación interactiva (por ejemplo).
Es, sin perder la esencia, un momento de renuncias, de incorporaciones, y de diferencias. Un trabajo para esquizofrénicos, en el que siempre es mejor contar con más de una opinión, como en su día hizo Rodney Dangerfield: “Mi psiquiatra me dijo que estaba loco y pedí una segunda opinión. Me dijo que también era feo”. Pues eso, el humor que no falte.
Roberto García Casado (©) 2020
Director de Casado & López Consulting. Conferenciante.
_Vila-seca, 05.05.2020_